Un día más
para añorar
y amar sin riesgo.
Un velo invisible
me protege,
soy yo mismo.
Un día menos
para terminar
mi única novela.
Espumosa es la verdad,
descendiendo por la garganta,
y con gusto deicida
me impide abandonar.
Sólo una cosa
me separa de la gloria,
y el sonido de los días
que se van
que vienen
se hace contagioso
en la ebriedad
de los caminos de ida.